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Otra de Montalvo

Isidro Montalvo, ese gran bromista telefónico que ahora está en la cadena dial y del que hay muy poca gente capaz de no entrar al trapo en sus bromas. Ahí va una cortita pero muy muy buena!!!

Espero que sepas nadar...

Manolo entra en el bar y ve a Juan al final de la barra con una sonrisa de oreja a oreja. Se acerca y le pregunta: '¿Por qué estás tan contento, Juan?' Ya verás, Manolo, necesito contarlo... estaba calafateando mi barca, solo calafateaba mi barca y se acerca una rubia, qué rubia!,¡tetas hasta aquí!, Manolo, ¡tetas hasta aquí! y me pregunta: '¿Me das un paseo en tu barca, guapo?'. 'Claro que sí, hermosa', respondí y zarpamos. Bastante lejos, paré el motor y dije: 'Nena, elige: follar o nadar'. 'Y..... no sabía nadar, Manolo. ¡No sabía nadar!' Unos días más tarde, Manolo vuelve al bar y allí está Juan aún más contento que la vez anterior, riendo y cantando. Se acerca a preguntarle el porqué de tanta alegría. 'Ya verás, Manolo, necesito contarlo... estaba calafateando mi barca, solo calafateaba mi barca y se acerca una pelirroja DE MIEDO, ¡Qué pelirroja, Dios bendito!, ¡tetas hasta aquí!, Manolo, tetas hasta aquí! y me pregunta: '¿Me das un paseo en tu barca, guapo?'. 'Claro que sí, hermosa', respondí y zarpamos. Bastante más lejos esta vez, paré el motor y dije: 'Nena, elige: follar o nadar'. 'Y... no sabía nadar, Manolo. ¡No sabía nadar!' Al día siguiente, Manolo vuelve al bar y allí está Juan llorando como una magdalena sobre un lingotazo fuerte y síntomas de que no era el primero. '¿Qué ha sucedido, Juan? ¡Cuenta!' 'Ya verás, Manolo, necesito contarlo... estaba calafateando mi barca, solo calafateaba mi barca y se acerca una morenaza DE AQUÍ TE ESPERO, ¡que MORENAZA, Santo Dios Omnipotente!, ¡tetas HASTA AQUÍ!, Manolo, ¡tetas HASTA AQUÍ!, ¡Se me puso más tiesa que el mango de mis remos! Y me pregunta: '¿Me das un paseo en tu barca, guapo?'. 'Claro que sí, hermosa', respondí y zarpamos. Aún más lejos esta vez. Paré el motor y dije: 'Nena, elige: follar o nadar'. Enseguida se desnudó.......... y, tío, la suya también estaba tiesa y además era tan larga como el mango de mis remos! 'Y.... yo no sé nadar, Manolo. !Yo no sé nadar!